Los peores discos de las bandas más legendarias del rock: cuando los gigantes tropiezan

Incluso las bandas más grandes del rock tienen sus días malos. En trayectorias largas y con muchos éxitos, es casi inevitable que surjan discos que avergüenzan tanto a los seguidores como a los propios músicos con el tiempo. Aquí hacemos un recorrido por algunos de esos momentos desafortunados que resultaron ser el lado más humano (y fallido) de las leyendas del rock.

KISS - Music From "The Elder" (1981)
En su búsqueda por ser algo más que una banda de rock, KISS apostó por un álbum conceptual inspirado en epopeyas heroicas. Con Bob Ezrin en la producción, que había trabajado con Pink Floyd en The Wall, parecía una apuesta prometedora. Sin embargo, The Elder terminó siendo incoherente y musicalmente lejano al estilo clásico de la banda.
La falta de cohesión creativa y la distancia de sus raíces llevaron al fracaso comercial y crítico. Tanto que KISS canceló la gira promocional y este disco quedó como un recordatorio de que a veces la ambición desmedida puede ser un arma de doble filo.
Metallica - St. Anger (2003)
Tras un parón de seis años y con sus miembros enfrentando problemas internos, St. Anger llegó como un intento de innovación. El resultado, sin embargo, fue un caos sonoro: una batería metálica que sonaba como si Lars Ulrich golpeara un cubo de basura, la ausencia total de solos de guitarra y una producción totalmente descuidada.
Aunque intentó capturar el sonido de una banda de garaje, lo que publicaron fue un álbum confuso que apenas rescató un par de canciones. Hasta los titanes pueden tambalearse bajo el peso de sus propios conflictos.
Green Day - Father of All... (2020)
Green Day, conocidos por su punk y críticas sociales, decidieron explorar un sonido más ligero en Father of All Motherfuckers. Con apenas 26 minutos de duración, el disco intentó mezclar garage rock, glam e indie, pero terminó diluyendo la identidad tan característica de la banda.
Si bien algunos temas como Sugar Youth y Meet Me on the Roof tienen algunos destellos de energía, el álbum no tiene impacto y la coherencia de sus anteriores. Fue un giro arriesgado que no terminó de convencer a una base de seguidores acostumbrada a himnos de protesta.
Guns N' Roses - Chinese Democracy (2008)
Después de más de 10 años en producción y un costo desorbitado de 13 millones de dólares, Chinese Democracy se presentó como un proyecto ambicioso liderado exclusivamente por Axl Rose. El resultado fue un álbum no tenía el espíritu salvaje de los GNR originales.
Canciones sobreproducidas, excesos sin sentido, falta evidente de cohesión... Este disco terminó siendo una decepción monumental. Aunque algunos temas como Better y Street of Dreams destacan, la obra en conjunto es más un álbum solista de Axl que un trabajo de la banda.
Black Sabbath - Never Say Die! (1978)
Este fue el último álbum con Ozzy Osbourne antes de su salida de Black Sabbath, y las tensiones internas se sienten todo el rato. Intentando ser innovadores, usaron influencias jazzísticas y sonidos experimentales que no encajaron con la esencia oscura y pesada que los definió.
A pesar de incluir temas técnicamente bien ejecutados como la canción homónima, el disco carece de dirección y energía. Never Say Die! fue un final deslucido para una de las etapas más grandes de la banda.
Queen - Flash Gordon (1980)
Mientras trabajaban en The Game, Queen decidió colaborar en la banda sonora de Flash Gordon. Aunque fue innovador por su mezcla de rock y electrónica, el álbum está repleto de temas instrumentales con diálogos de la película, lo que lo hace más atractivo como complemento cinematográfico que como obra musical independiente.
Aunque Flash's Theme y The Hero tienen su encanto, el disco carece del impacto de otros trabajos de Queen. Fue un buen experimento que no logró el reconocimiento de los clásicos de la banda.
The Rolling Stones - Dirty Work (1986)
Marcado por las luchas entre Mick Jagger y Keith Richards, Dirty Work es el reflejo de una banda al borde de la implosión, con Jagger ausente en gran parte del proceso de grabación. El álbum sufre de una desconexión evidente.
Aunque tiene algunos momentos destacables como Harlem Shuffle, el disco en general es como una colección de ideas dispersas. Fue un punto bajo en la trayectoria de los Rolling, aunque pronto resurgirían con Steel Wheels.
Estos discos son prueba de que incluso las bandas más legendarias pueden tomar decisiones equivocadas, ya sea por tensiones internas, intentos fallidos de innovación o simple desconexión con sus raíces. Sin embargo, también nos recuerdan que el fracaso es parte de la grandeza, y muchas de estas bandas han logrado resurgir con trabajos posteriores que les devolvieron su estatus.
En el rock, como en la vida, los tropiezos también son parte de la historia.
Redacción: Ethan López